El país de las últimas cosas es una distopía. De lectura tan dura como cualquier otra distopía: 1984, El pais sumergido, Un mundo feliz, Fahrenheit 456...
Una historia agobiante, en la que aparecen algunos detalles para el optimismo: la bondad de algunas personas, la esperanza de poder escapar de un mundo terrorífico, la colaboración del grupo de la residencia, la amistad entre algunas personas, el amor, algún detalle de resistencia moral (funeral en la Residencia), la esperanza de la huida...
¿Por qué es un mundo terrorífico? No hay valores morales, se impone el que puede por su fuerza, la sociedad está controlada por grupos mafiosos, se llega a extremos horribles (asesinato de humanos para vender su carne, utilización de los cadáveres para producir energía...), suicidios, trabajos forzados, penurias, condiciones climáticas extremas...
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