Magnífica
reflexión de Albiac sobre aquellas tendencias más criminales (genocidios…) y que
atribuimos a una minoría y a personas nada sensatas. Pero estas
interpretaciones son erróneas: estas personas no son una minoría y entre los
que justifican y a veces protagonizan el crimen encontramos grandes nombres de
la ciencia, de la filosofía, etc. Es por eso por lo que Albiac dice que brillantez y
maldad no son incompatibles.