Los
primeros que presienten la llegada de la noche son los árboles. Se van
quedando quietos y toda la fraga enmudece. Desde fuera se ven ya como
grutas de sombra en el verdor y las copas más altas se recortan sobtre
el cielo tan inmóviles como si estuviesen pintadas. Cuando los cuervos y
las palomas tor acdes llegan desde muy lejos a reposar entre la fronda,
ya el bosque tiene una gravedad impresionante, en la que el simple
chillido de un pájaro suena irreverrentemente como el grito de un niño
en una catedral. Todos los animalitos etán ya en sus guaridas y el
raposo no ha salido aún. La humedad de la tierra sube en neblinas, como
si el mundo se comenzase a desleír antes de convertirsse en sombra.
La
luz se hace todavía más tenue, y entonces se formula la segunda premisa
de l noche: los tejados del pazo y de la casa del cura principian a
humear murciélagos por sus bordes. Casi invisibles aún, van y vienen ,
vienen y van, zigzaguean, apresurados, porque están zurciendo las
sombras dispersas para que no quede claridad ni rendija en el traje
negro de la noche. (Del capítulo Señoras en el bosque).
Ideas :
- Lenguaje
-Natualismo
-Naturaleza y civilización.
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